En relación con la infección respiratoria por coronavirus surgida actualmente en China y dado que es una nueva forma de este virus, aún se desconoce si puede afectar también al hígado. Sin embargo, sí se dispone de datos de epidemias anteriores por coronavirus. Así, en un brote parecido al actual acaecido también en China se comprobó que el 24% de los pacientes infectados por coronavirus presentaba un aumento de transaminasas (enzimas hepáticas) al ingresar al hospital.
Hay que destacar que el 9,5% de ellos mostraba una importante elevación de las transaminasas (5 veces por encima del límite alto de la normalidad), un 3% valores altos de bilirrubina y un 5% alteraciones en el tiempo de protrombina. Posteriormente, hasta el 69% de los pacientes ingresados por la infección por coronavirus mostraron aumento de transaminasas. Sin embargo, la evolución fue favorable ya que durante el ingreso la gran mayoría de ellos normalizó las transaminasas (71%); y el resto mostró tendencia a la disminución de las cifras.
Reacción del hígado a la acción del coronavirus
Los pacientes que presentaron valores muy elevados de las enzimas hepáticas tuvieron una mayor mortalidad. Pero, en nuestra opinión, este hecho se explica por la mayor gravedad de la infección respiratoria que afectaba a esos pacientes más que a que este virus, pueda dañar directamente al hígado produciendo una hepatitis (inflamación del hígado).
Es posible que la elevación de las enzimas hepáticas observada durante la infección del coronavirus sea reactiva, como una acción defensiva del organismo para proteger las funciones vitales del hígado.
Habrá que esperar a tener datos del brote actual para determinar si además del síndrome respiratorio agudo este nuevo virus es capaz de producir una lesión hepática permanente o por el contrario la lesión es transitoria con recuperación sin tratamiento, lo que parece lo más probable teniendo en cuenta anteriores brotes de infección por coronavirus.
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