Se sabe que el ejercicio físico (incluso cuando no hay pérdida de peso) mejora las enfermedades del hígado al disminuir la inflamación y el depósito de grasa. Sin embargo hasta ahora no se había realizado un estudio prospectivo para determinar si el ejercicio físico puede evitar enfermedades hepáticas.
En este sentido, recientemente se han publicado los resultados de un estudio prospectivo realizado en Estados Unidos en el que se han incluido a 125.264 personas desde 1976 evaluando la actividad física de cada participante. Se comprobó que entre los participantes que realizaban al menos 3 horas de ejercicio semanalmente (caminar), el número de muertes por enfermedad hepática se reducía en un 25%.
Por otra parte, se encontró que cuando en la juventud se aumentaba de peso, el riesgo de desarrollar una enfermedad del hígado se incrementa significativamente. Sin embargo, la práctica del ejercicio anteriormente mencionado (incluso sin perder peso) resultaba beneficiosa. También en las personas obesas que realizaban ejercicio (3 horas/semana) disminuía el riesgo de desarrollo de enfermedad hepática. Estos resultados se observaron por igual en hombres y en mujeres.
Importancia del deporte para evitar males mayores
En resumen, para evitar enfermedades del hígado (especialmente el hígado graso que afecta al 20-40% de la población) es muy importante realizar ejercicio al menos 3 horas a la semana (es suficiente con caminar). Además, dado que la actividad física y la obesidad tienen vías similares de influencia en la inflamación y en el desarrollo de cáncer, el ejercicio puede ser útil para mejorar la longevidad en general.
En futuros estudios se deberá incluir toda clase de ejercicio físico por si hubiera alguno que fuera más eficaz que otro para evitar enfermedades del hígado. Este estudio tendrá que realizarse de forma prospectiva para tratar de conocer la intensidad óptima del ejercicio físico para minimizar el riesgo de desarrollar enfermedad hepática.