¿Puedo beber alcohol si tengo hígado graso?

13 abril, 2024

Analizamos el consumo de alcohol agravando el hígado graso, incrementando la mortalidad en pacientes de alto riesgo, incluso con consumo moderado.

El hígado graso es una enfermedad común que aproximadamente afecta al 30% de la población mundial. Sin tratamiento, el hígado graso puede terminar en cirrosis hepática y en cáncer de hígado. El mecanismo de lesión del hígado graso es la acumulación de grasa en el órgano, lo que induce inflamación y destrucción de la célula hepática.

La ingesta de alcohol produce el mismo tipo de lesión en el hígado, introduciendo grasa y provocando así la inflamación y destrucción. Además, el consumo de alcohol es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2. Normalmente, a todos los enfermos con hígado graso se les prohíbe radicalmente la ingesta de alcohol. Sin embargo, algunos se resisten a dejar por completo de tomar alcohol, aunque disminuyen la cantidad que ingieren.

El alcohol y su influencia en el hígado

En la revista JAMA se ha publicado un estudio en el que se evalúa la posible hepatotoxicidad de la ingesta de alcohol en el hígado graso. Se incluyeron en el estudio 2834 pacientes que se clasificaron según el pronóstico de la evolución de la enfermedad en bajo riesgo (F0, F1) y alto riesgo (F2, F3 y F4).  Esta clasificación se basa en la presencia de fibrosis en el hígado, correspondiendo F0 al hígado sano, F1 a una mínima fibrosis, F2 a fibrosis moderada, F3 a precirrosis y F4 a cirrosis. 

Se comprobó que con la ingesta de alcohol, la mortalidad aumentaba notablemente entre los pacientes clasificados de alto riesgo, independientemente de la cantidad que tomaran. Por el contrario, los pacientes con hígado graso clasificados como de bajo riesgo, no presentaron una mayor mortalidad ni riesgo de progresión de la enfermedad si como máximo ingerían diariamente media lata de cerveza o medio vaso de vino. Esto corresponde a menos de 7,4 gr de alcohol al día.

Qué dicen los expertos

Sin embargo, en la opinión del Dr. Carreño y de los médicos de la Fundación, esto no es aconsejable en ningún caso. En nuestra experiencia, los pacientes que se resisten a dejar de beber, aunque al principio moderan y controlan el consumo de alcohol, acaban bebiendo cantidades de alcohol superiores al límite anteriormente mencionado.

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