La infección crónica por el virus B de la hepatitis afecta a unos 300 millones de personas en el mundo. Existe una vacuna frente a este virus altamente eficaz y que protege frente a la infección al 95% de las personas vacunadas.
La infección por el virus B de la hepatitis puede cursar con niveles altos o bajos del ADN del virus en sangre (carga viral): en presencia del antígeno e del virus (AgHBe) los niveles son altos, mientras que cuando hay anticuerpos frente al antígeno e (anti-HBe) los niveles son generalmente bajos.
Existen fármacos eficaces (Entecavir, Tenofovir) que inhiben la replicación del virus B de la hepatitis pero, aunque consiguen disminuir los niveles del ADN en sangre haciéndolos indetectables, generalmente (en el 90% de los casos) no logran la eliminación del virus (curación), por lo que hay que tratar a los pacientes indefinidamente. Esto se debe a que estos fármacos no pueden eliminar de las células del hígado el cccDNA (ADN circular covalentemente cerrado) del virus B de la hepatitis. Por este motivo es necesario encontrar nuevos fármacos o combinaciones de medicamentos que sean capaces de eliminar del hígado el ADN del virus B.
Nuevo estudio sobre Hepalatide
En el congreso de este año de la Asociación Europea para el Estudio de las Enfermedades del Hígado se ha presentado un estudio administrando Hepalatide (fármaco que bloquea la entrada del virus B de la hepatitis en la célula hepática) junto con interferón-alfa pegilado (Peg-IFN-alfa). Incluyeron a 96 pacientes de 18 a 60 años con hepatitis crónica B y con niveles de ADN del virus B ≥ 20.000 UI/ml (AgHBe positivo) o ≥ 2.000 UI/ml (AgHBe negativo). Los pacientes fueron divididos en varios grupos que recibieron distintas dosis de Hepalatide (2,1 mg, 4,2 mg, 6,3 mg) o placebo por inyección subcutánea durante 24 semanas. Además, todos los pacientes recibieron una inyección semanal de Peg-IFN-alfa durante 48 semanas.
Al terminar el tratamiento con Hepalatide se realizó una biopsia hepática a los pacientes para determinar la posible desaparición del cccDNA del virus B (clave para la curación). Se encontró que el ADN del virus B de la hepatitis había desaparecido del hígado en el 33% y en el 40% de las muestras del grupo tratado con 4,2 mg o con 6.3 mg de Hepalatide respectivamente. Sin embargo, el cccDNA permaneció detectable en las biopsias hepáticas de los pacientes que recibieron 2,1 mg de Hepalatide o placebo.
Estos datos preliminares indican que el Hepalatide administrado junto a Peg-IFN-alfa tiene un potencial curativo para la hepatitis crónica B aunque habrá que esperar a los resultados que se obtengan en estudios con un número más amplio de pacientes.