En la revista Nature se ha publicado un artículo muy interesante sobre la variante Delta del coronavirus. Esta variante fue descrita por primera vez en la India entre abril y mayo de este año. Desde entonces se ha ido extendiendo por todo el mundo, incluyendo Europa y Estados Unidos.
La incidencia de la variante Delta en el Reino Unido ha llevado al gobierno británico a retrasar las medidas de relajación que estaban programadas para el pasado día 21 de junio. Esto da una idea de la importancia de esta variante por su facilidad para extenderse entre la población. Así, se sabe que la variante Delta del coronavirus es aproximadamente un 60% de veces más transmisible que la variante Alfa (la inglesa); que era la variante más infecciosa hasta el momento y un 97% más contagiosa que el virus original. Es por ello que en el Reino Unido los casos de infección por la variante Delta se duplican cada 11 días.
Por otra parte, con los datos preliminares de Escocia e Inglaterra, se puede deducir que las personas infectadas por la variante Delta tienen el doble de probabilidades de acabar ingresados en un hospital en comparación con las personas infectadas con la variante Alfa.
Incidencia en España
En España, los brotes aparecidos entre las personas jóvenes son debidos mayoritariamente a la variante Delta. En algunas comunidades como la de Madrid, el número de infecciones por dicha variante supera ya al de la variante Alfa.
A este ritmo de transmisión, es previsible que para finales del mes de agosto la variante Delta será predominante en los países de la Unión Europea y en Estados Unidos. Sin embrago, las vacunas suponen una importante barrera para la difusión de esta variante. Con una sola dosis de vacuna de AstraZeneca o de Pfizer, la protección frente al desarrollo de síntomas de COVID-19 por la variante Delta es del 33%. En el caso de la segunda dosis de estas vacunas el porcentaje de prevención aumenta hasta el 60-70%.
En resumen, la variante Delta del coronavirus es altamente transmisible y presenta características de comportamiento más agresivo. Por lo tanto, en nuestra opinión, consideramos que se deben mantener las precauciones anti-COVID (mascarillas, distancia de seguridad,..) en las zonas de riesgo y acelerar al máximo la campaña de vacunación.