Hígado Graso: consecuencias

10 marzo, 2019

El acúmulo de grasa en el hígado puede afectar a otros órganos

Las causas más frecuentes de hígado graso (HG) no producido por alcohol son las siguientes: sobrepeso, aumento de colesterol, triglicéridos y glucosa, e ingesta excesiva de bebidas refrescantes. Según las últimas investigaciones, actualmente se considera que el HG además de producir enfermedad del hígado puede afectar a diversos órganos. Así los pacientes con hígado graso tienen un aumento de riesgo vascular (mayor probabilidad de infarto de miocardio), accidente cerebrovascular (ictus) y enfermedad vascular periférica (trombosis).

También tienen más probabilidades de padecer cáncer de colon. Además es un factor de riesgo importante de diabetes (duplica la posibilidad de padecerla). Recientemente se ha demostrado que los pacientes con HG tienen con más frecuencia una enfermedad renal crónica (se da en el 20-55 % de HG).

Por estas razones el hígado graso se considera una enfermedad multisistémica que debe ser tratada.

 

Existen dos formas de hígado graso

Benigno (solo grasa) y agresivo (grasa con inflamación y destrucción) con peor pronóstico. Es primordial señalar que la forma más benigna de hígado graso, si no se somete a tratamiento, puede evolucionar también a enfermedad severa. Para el correcto diagnóstico de la enfermedad y su tratamiento, es importante distinguir entre las dos formas de HG (benigna y agresiva) y esto se puede realizar mediante una biopsia hepática.

 

Otras causas del hígado graso

Los factores de riesgo para el empeoramiento del HG son: edad superior a 50 años, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes y niveles de ferritina elevados. Otro factor de riesgo muy importante e independiente de los mencionados, es la presencia de una variación (polimorfismo) en el gen PNPLA3.

El análisis genético del gen PNPLA3 es muy útil para conocer el riesgo de progresión del HG. La obtención de la muestra de sangre para este análisis en muy sencilla; se hace con una pequeña punción en el dedo (similar al análisis de glucosa), no hace falta estar en ayunas. Con los datos que se obtienen de la determinación del polimorfismo del gen PNPLA3 (riesgo bajo o alto), el médico puede tomar las decisiones oportunas con respecto al tratamiento.

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