Desde el día 5 de abril de este año en el Reino Unido se empezaron a comunicar los primeros casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños. La enfermedad suele cursar inicialmente con síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal). A continuación aparecen los síntomas de hepatitis aguda: el 74% de los niños presentan ictericia (color amarillo del blanco de los ojos y de la piel, heces con pérdida de coloración, orina oscura). Y aumento de transaminasas por encima de 500 UI/L. La mayoría de los niños tienen menos de 6 años aunque se han comunicado casos hasta los 16 años.
Actualmente (mediados de mayo) se han detectado al menos 450 casos de esta hepatitis aguda de origen desconocido en todo el mundo. Hay que destacar la agresividad de la enfermedad ya que entre el 10-15% de los niños han necesitado un trasplante de hígado. Cuando la hepatitis aguda es causada por alguno de los virus conocidos (A,B,C,D,E) menos del 1% de los pacientes necesita un trasplante
Posibles hipótesis para conocer su origen
La causa de esta enfermedad es desconocida pero se barajan varias hipótesis. Entre los casos ocurridos en Reino Unido, se ha detectado en el 72% de los mismos la presencia del Adenovirus 41F. Por lo que algunos científicos creen que la enfermedad está causada por este virus. Sin embargo, que este virus sea el agente causal único de la enfermedad nos parece un poco extraño ya que en niños con un sistema defensivo normal (como en los casos comunicados), el Adenovirus no produce hepatitis aguda (aunque si puede ocurrir en niños inmunodeprimidos).
Otros investigadores han sugerido que la infección por coronavirus podría jugar un papel en el desarrollo de esta hepatitis aguda. Así en un estudio con un pequeño número de pacientes se comprobó que el 74% de ellos tenían anticuerpos frente al coronavirus, lo que indica que habían estado infectados o en contacto con el virus.
Presencia de adenovirus o variante del coronavirus
Se podría considerar que la infección previa por coronavirus podría haber provocado una respuesta defensiva anormal, causando la hepatitis aguda (hepatitis autoinmune con las propias defensas de los niños atacando al hígado). En este sentido se ha comunicado el caso de una niña de 3 años que a las pocas semanas de recuperarse de la COVID-19 desarrolló una hepatitis aguda y la biopsia del hígado mostraba rasgos de autoinmunidad.
Tampoco se puede descartar que la hepatitis esté producida por un nuevo tipo de Adenovirus o por una variante del coronavirus. Se descarta que la vacuna frente a la COVID-19 juegue algún papel puesto que la mayoría de los niños tenían 5 años de edad o menos y no estaban vacunados. En el Reino Unido se observó que el 75% de los niños afectados tenían un perro y se sugirió que podrían haber transmitido la enfermedad pero la hipótesis ha sido descartada porque en este país es muy frecuente poseer un perro.
En resumen, es necesario realizar un esfuerzo de investigación importante para determinar cuál es la causa real del desarrollo de hepatitis aguda en niños y poder así tomar medidas preventivas efectivas.