Existen diversos factores que favorecen la aparición de hígado graso, como el sedentarismo, el exceso de peso corporal, etc. La fragilidad física (que se define mas adelante), se asocia al desarrollo de diversas enfermedades crónicas pero no se conocía bien su relación con el riesgo de padecer hígado graso. En la revista Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle se ha publicado un trabajo en el que se investiga esa posible relación.
En el estudio, el estado de fragilidad física se define por los siguientes cinco criterios: pérdida de peso, cansancio, baja actividad física, pasos lentos al caminar y poca fuerza de agarre manual (se mide con un dinamómetro mano). Se incluyeron 398.386 participantes con una edad media de 56,6 años. Siguiendo los criterios de fragilidad mencionados, los participantes fueron clasificados en varios grupos: sin fragilidad física (no cumplían ninguno de los criterios), pre-fragilidad (presentaban 1 o 2 criterios) y fragilidad (con 3 o más criterios).
Resultados en pacientes con hígado graso
Se comprobó que los participantes con hígado graso y con fragilidad y pre-fragilidad física tenían, respectivamente, un 98% y un 90% más de riesgo de desarrollar formas severas de enfermedad hepática (incluida la cirrosis) que los que tenían hígado graso pero sin fragilidad física.
Determinando diversos polimorfismos genéticos, incluyendo el gen PNPLA3, calcularon el riesgo genético que tenía cada participante de desarrollar hígado graso. Encontraron que las personas con fragilidad física y riesgo genético alto, tenían un 236% más de probabilidades de tener una enfermedad de hígado severa que aquellas sin fragilidad y con un índice bajo de riesgo genético.
En resumen, el trabajo confirma que la fragilidad física es un factor de riesgo en la evolución del hígado graso por lo que, en opinión del Dr. Carreño, es importante tener en cuenta el concepto de fragilidad para su pronóstico. Por otra parte en nuestra Fundación, realizamos rutinariamente la determinación del polimorfismo del gen PNPLA3, lo que nos permite predecir con más precisión la evolución de la enfermedad.