En la revista Journal of American Medical Association (JAMA) se ha publicado una editorial que comenta los estudios que intentan aclarar el porqué de las infecciones por coronavirus en personas ya vacunadas, así como la necesidad de vacuna refuerzo frente a la COVID-19.
Se sabe que tras la vacunación completa (dos dosis de vacuna), el riesgo de infección por el coronavirus persiste, aunque este riesgo disminuye de forma significativa. Por ejemplo, en un estudio realizado en Inglaterra durante el pico de transmisión de la variante Delta; se comprobó que entre las personas vacunadas (n=55.962) la posibilidad de tener el coronavirus era dos tercios menor que entre las no vacunadas (n=15.135).
También se ha demostrado que en las personas vacunadas que se infectan, la cantidad de coronavirus que se detecta disminuye antes y más rápidamente que en las no vacunadas. Por lo que tienen menor capacidad de infectar a otras personas y la enfermedad que desarrollan es menos severa.
Incidencia en los casos de hospitalización
Así, entre todos los casos hospitalizados por COVID-19 entre marzo y agosto de 2021 en Estados Unidos, tan solo el 15,8% de estos ingresos correspondían a personas vacunadas. También la protección de los vacunados es similar frente a las variantes Alfa y Delta del coronavirus. No obstante, se ha detectado que 6 meses después de recibir la segunda dosis de la vacuna de RNA de Pfizer, la efectividad de la misma puede disminuir en un 50% o más.
Esto sugiere que se debería administrar otra dosis de recuerdo de la vacuna. En este sentido, los datos obtenidos en Israel muestran que se restaura la protección frente al coronavirus tras la administración de una dosis de recuerdo.
Eficacia a lo largo del tiempo
En resumen, las vacunas son altamente eficaces para prevenir la infección por coronavirus y en caso de infección, la enfermedad es menos severa. Sin embargo quedan muchos aspectos por aclarar, como la duración de la protección tras la administración de la dosis de recuerdo de la vacuna o si será necesario volver a vacunarse cada cierto tiempo.
Por otra parte, se desconoce cuál es la cantidad de anticuerpos necesarios que confiere protección frente a la infección por el virus. Además, en caso de que los anticuerpos decayesen o desapareciesen, los linfocitos B de memoria teóricamente pueden proteger frente al virus. Si esta hipótesis se confirma, no sería necesaria administrar dosis de recuerdo de la vacuna.