Mejoría del pronóstico de vida en mayores de 75 años

4 noviembre, 2024

Las estrategias para mejorar el pronóstico vital en mayores de 75 años incluyen el uso de estatinas para reducir riesgos cardiovasculares, vitamina D para reducir la mortalidad, y actividad física.

Recientemente se han publicado varios artículos en los que se han considerado diversas estrategias para mejorar el pronóstico y la situación vital de las personas mayores de 75 años.

Por un lado, se ha evaluado la capacidad de las estatinas (fármacos utilizados para disminuir los niveles del colesterol) para prevenir los accidentes cardiovasculares como ictus, infarto de miocardio, etc. En un estudio se incluyeron personas mayores de 75 años que fueron divididos en dos grupos: las comprendidas entre 75 y 84 años y aquellas mayores de 85 años. En todos ellos estaba indicado el tratamiento con estatinas, tratamiento que iniciaron al incluirlos en estudio y fueron seguidos durante 5 años. Los resultados se compararon con un grupo control (sin estatinas). Comprobaron que en el grupo de 75-84 años tratados con estatinas se disminuía el riesgo de accidente cardiovascular en 1,2% y en mayores de 85 años en un 4,4%. Por otros estudios se sabe que para obtener resultados beneficiosos, el tiempo mínimo del tratamiento con estatínas es de al menos dos años y medio. 

También se ha valorado el papel de la vitamina D en el pronóstico vital de personas mayores. En mayores de 75 años se recomienda la administración de vitamina D para mantener los niveles normales de esta vitamina y obtener así una posible reducción de todas las causas de mortalidad.

Importancia de practicar deporte

Finalmente con la edad, disminuye la actividad física, lo que tiene una repercusión negativa en el pronóstico vital. En personas mayores de 75 años el ejercicio físico es fundamental para mantener la salud y la actividad cognitiva.  Así, se ha publicado un estudio en el que se ha realizado un seguimiento durante 20 años a personas clasificadas como sedentarias (sin actividad física), con ligera actividad (andar alrededor de casa o durante el trabajo) y con actividad moderada o vigorosa (caminar para hacer ejercicio). Se definió como “saludable” la ausencia de deterioro físico, mental o cognitivo. Se comprobó que las personas sedentarias tenían menos posibilidades de envejecer de forma saludable, mientras que en las que realizaban actividad física, la posibilidad de envejecer saludablemente aumentaba un 6%.

En nuestra Fundación, el equipo médico del Dr. Carreño recomienda a todos los pacientes (independientemente de su edad y de la enfermedad hepática que tengan), que entre otras cosas,  realicen ejercicio por ser beneficioso tanto para su salud física como mental.

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