Se calcula que las enfermedades del hígado en el mundo causan 2 millones de muertes anuales según publica en enero de 2019 la revista Journal of Hepatology .
En los países industrializados, la causa más frecuente de cirrosis hepática es el hígado graso y en nuestra experiencia también lo es. El hígado graso se asocia con frecuencia a la obesidad y esto constituye un grave problema. Ya que se calcula que en los últimos 40 años la prevalencia de la obesidad en la población general se ha multiplicado por 6 y sigue en aumento.
Otros factores de riesgo
Una causa importante y frecuente de enfermedad del hígado se debe a la ingesta de alcohol. Se sabe que alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo consumen alcohol y 75 millones padecen una hepatopatía alcohólica.
En relación al virus B de la hepatitis se estima que unos 275 millones de personas están infectadas por este virus (un 35% de la población mundial) y, aproximadamente, esta infección produce unas 56.000 muertes anuales. Hay que recordar que existe una vacuna eficaz frente a la hepatitis B y que en España su administración está muy extendida. Esta vacuna está incluida en el calendario infantil de vacunación desde hace muchos años. Respecto al virus C de la hepatitis hay unos 71 millones de personas infectadas. Sin embargo, gracias a los nuevos tratamientos antivirales frente a este virus, se calcula que para el año 2.030 el número de personas afectadas habrá disminuido sustancialmente.
Evolución de las enfermedades del hígado en el mundo
La hepatitis autoinmune es otra causa de enfermedad hepática agresiva y aunque está considerada como enfermedad rara, su frecuencia está aumentando (de 1,34 casos/100.000 habitantes en 1994 a 2,33 casos en el año 2012).
En nuestra clínica cada vez tratamos más pacientes con hepatitis autoinmune (es una enfermedad difícil de diagnosticar).
Hay otras causas de enfermedad hepática: hepatitis A, hepatitis E, delta, colangitis esclerosante primaria, colangitis biliar primaria, enfermedad de Wilson, hepatotoxicidad, etc, pero algunas son poco frecuentes y otras (hepatitis A y E) ocasionalmente son agresivas.