En la revista New England Journal of Medicine se ha publicado un estudio realizado en un hospital grande (1.600 camas) de Israel en el que se incluyeron 4.868 trabajadores. A todos ellos se les realizó un seguimiento después de que recibieran la segunda dosis de la vacuna (ARN de Pfizer).
Se les hacía un análisis cada 4 semanas en el que se determinaba el nivel de las defensas (anticuerpos IgG) frente al coronavirus. Los niveles máximos de anticuerpos se alcanzaban entre los 4 y los 30 días después de la segunda dosis de la vacuna.
Posteriormente los niveles iban cayendo, observándose una disminución importante a los 6 meses de haber recibido la segunda dosis. Además, en las personas mayores de 65 años, la disminución de las defensas era mayor que la del resto de participantes. También se detectó que los varones presentaban una mayor caída de los niveles de anticuerpos que las mujeres.
Duración de la vacuna a lo largo del tiempo
En resumen, en este trabajo se ha comprobado que las defensas frente a la COVID-19 disminuyen de forma importante a los 6 meses después de recibir la segunda dosis de la vacuna, y esta disminución es más importante en las personas mayores de 65 años. Estos datos apoyan la administración de una tercera dosis de vacuna transcurridos 6 meses desde la segunda dosis.
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