Beneficio de las estatinas para enfermedades del hígado

15 abril, 2025

Las estatinas podrían mejorar la evolución de distintas enfermedades hepáticas, reduciendo el riesgo de cáncer de hígado, complicaciones y fibrosis, según un estudio publicado en JAMA.

Las estatinas son fármacos que se utilizan para disminuir los niveles de colesterol. Existen varios tipos de estatinas que se clasifican según su afinidad por las grasas (lipofílicas: artovastatina, simvastatina, fluvastatina, lovastatina, pitavastina) o por el agua (hidrofílicas: rosuvastatina, pravastatina). Estos fármacos se pueden administrar a pacientes con enfermedades de hígado para disminuir los niveles de colesterol pero sus efectos en la evolución de las hepatopatías es controvertido.

En la revista JAMA (Journal of the American Medical Association) se ha publicado un estudio que trataba de determinar el efecto que las estatinas (tanto lipofílicas como hidrofílicas) en enfermedades hepáticas de diversas etiologías: hepatitis B, hepatitis C, hepatitis autoinmune, colangitis biliar primaria, hígado graso, hepatitis alcohólica y hepatitis criptogénica.

En el estudio se incluyeron 3.160 pacientes tratados con estatinas y 12.891 sin tratamiento de estatinas. Encontraron que el riesgo de desarrollo de cáncer de hígado era un 33% menor en los pacientes que tomaban estatinas en comparación con el resto. De igual manera, la probabilidad de sufrir alguna complicación de la enfermedad hepática (hemorragia, ascitis, etc.) era un 22% menor en los pacientes tratados con estatinas.

El tipo de estatina influye en el resultado

En cuanto al efecto del tipo de estatina utilizada (lipofílica o hidrofílica), comprobaron que en los enfermos hepáticos que tomaban estatinas hidrofílicas la incidencia acumulada a los 10 años de cáncer de hígado era del 4,1% y en los pacientes tratados con estatinas lipofílicas la incidencia era menor (3,7%), frente al 8% de los que no tomaban estatinas. Respecto a las complicaciones hepáticas, la frecuencia de aparición de las mismas era menor en los pacientes tratados con estatinas lipofílicas (11,2%) y en los tratados con hidrofílicas (7.9%) que en los que no tomaban estatinas (19,5%).

Por último este estudio también demostró que la fibrosis hepática mejoraba en los pacientes tratados con estatinas, es decir, que la enfermedad hepática retrocedía a estadios menos agresivos.

En resumen, las estatinas pueden influir de forma favorable en la evolución de las enfermedades del hígado y tanto el Dr. Carreño como el equipo médico de la Fundación consideran que hay que tener en cuenta el posible papel del tratamiento con estatinas para prevenir la progresión de las enfermedades hepáticas.

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