La Aspirina: un gran medicamento con grandes propiedades terapéuticas

30 enero, 2023

La aspirina puede tener otros usos más allá del tratamiento dolor

En el año 1897 se consiguió sintetizar por primera vez en forma pura el ácido acetilsalicílico (aspirina) y desde entonces se utiliza como analgésico y antipirético. También se ha comprobado que en las personas que toman aspirina durante años disminuye la probabilidad de desarrollar cáncer (de colon, hígado…) y disminuye entre el 40-50% la probabilidad de que los tumores se extiendan a otros órganos. Además la aspirina evita la agregación de las plaquetas y por tanto puede evitar la formación de coágulos, eliminando el riesgo de padecer un infarto de miocardio, ictus, derrame cerebral o apoplejía, etc.

Otros usos de la aspirina

Recientemente se ha publicado un estudio en la revista New England Journal of Medicine en el que se demuestra otro beneficio importante de la administración de aspirina. Se sabe que siempre que hay una fractura ósea de las extremidades que se someten a intervención quirúrgica existe un riesgo de tromboembolismo venoso (embolia pulmonar, etc.) por la inmovilización.

Para evitar este tromboembolismo se administra en el postoperatorio heparina, un fármaco anticoagulante que se tiene que poner por vía subcutánea. Para tratar de demostrar si la aspirina puede ser tan eficaz como la heparina para evitar el tromboembolismo pulmonar postquirúrgico, se realizó el estudio incluyendo 12.211 pacientes divididos en dos grupos: I) 6.101 pacientes tratados con 81mg de aspirina por vía oral, 2 veces al día y II) 6.110 pacientes que recibieron 30 mg de heparina por inyección abdominal, 2 veces al día.

Estas medicaciones se mantuvieron alrededor de 21 días después de la operación. Se encontró que la incidencia de embolia pulmonar y de otros efectos no deseados era similar en ambos grupos.

Ventajas frente a la heparina

Por lo tanto, la aspirina por vía oral puede ser utilizada como anticoagulante en las intervenciones de traumatología que así lo requieran. Esto supone una gran ventaja frente a la heparina ya que ésta hay que administrarla por inyección subcutánea dos veces al día. Además la heparina es mucho más cara que la aspirina. Hay que realizar otros estudios para comprobar si la aspirina puede también sustituir a la heparina para la prevención de otros accidentes vasculares: trombosis portal en los pacientes con cirrosis de hígado, etc.

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